23 octubre 2007

Brus-Li se disculpa

La noticia del día no es tanto lo que un tipo dice que su primo ha dicho, ni la lógica polvareda que se ha levantado a su alrededor. No, bueno, o sí...

Se mire por donde se mire, esas declaraciones son, como poco, hum... inapropiadas. Por no decir algo más feo, claro. Teniendo en cuenta que quien las ha pronunciado se supone que es alguien con inteligencia, pragmático y no exento de retranca... me choca. No sé si es una pataleta de cara a la galería (cara le ha salido), si realmente piensa así (es más inconsciente de lo que pensaba) o si algo no le sentó bien a la hora del café.


Y hablando de politiqueo-ecologismo, me resulta difícil de creer que todo un Nobel de la Paz (y Príncipe de Asturias en Cooperación Internacional) que se gasta fortunas en hacer documentales acerca del cataclismo del cambio climático... se vaya a dar conferencias por Europa en jet privado para dos personas.

Eso sí, tiene los... asesores necesarios para dejar bien claro que hará un seguimiento de los resíduos que el avión en cuestión lance a la atmósfera para invertir en soluciones equivalentes en la tierra. ¡Oye, a lo mejor hasta cuela y alguien se lo cree!
Además, en las conferencias que dará por España (a 1.200€ el "cubierto") de dos horas cada una, estará prohibido grabarle o filmarle. ¿Habrá descubierto el poder de la putaSGAE?


El que no lo ha hecho aún y podría descubrir el valor de los "derechos de imagen" es el nuevo Brus-Li. No han pasado ni 24 horas y ya se le ha localizado, entrevistado y sacado varias conclusiones. "Iba muy pedo, nen", "yo soy persona humana, no racista, hosti tú". Se le ve jodido, consciente de la situación y dispuesto a afrontar las consecuencias. Por ese lado, nada que objetar.
Lo que no me vale es que se escude en una borrachera y en que "se le ha ido la olla pero mucho" para intentar darle un sesgo de compasión y justificación. ¿Dónde aprendió a dar patadas así? ¿A quién llamaba tan borracho y cabreado? ¿A su ex? ¿A la novia de entonces, que le ponía los cuernos con su mejor amigo?


Pero el racismo catalán no acaba aquí, ni se aleja de las vías del tren. Nada más y nada menos que todo un señor revisor. Resulta que al único al que le pide el billete es al "negro" del vagón. Algunos pensaréis (con cierta lógica) que a lo mejor las pintas que tenía jugaban en su contra, que era una especie de pandillero chungo, de estilo negrote y mirada de hielo...
Pues no, el ilustre caballero (sin ironías) es pediatra.

No será tan odiado como Brus-Li, pero no hay dudas de lo poco bien que debe estar sintiéndose en estos momentos este dicharachero y simpático revisor, que esperó media hora a que llegaran los Mossos... para comprobar que su billete estaba tan en regla como los demás.

Vaya chasco, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario