26 octubre 2007

Pecados Nacionales

Damas y caballeros, ya podemos dormir tranquilos: hemos localizado al único racista del país. Todas las televisiones, periódicos, portales y demás medios de comunicación (sí, sí, hasta este blog) se han hecho eco de la trascendente noticia, que ha traspasado nuestras fronteras. A partir de este momento, los españoles podemos seguir siendo tan no-racistas como antes.

Dije que dejaría de darle cancha y pienso cumplirlo, porque la entrada de hoy, aunque le mencione de pasada, no sólo tiene que ver con el encantador Brus-Li.

En realidad, parece como si toda esta repercusión mediática idiótica tuviera como finalidad buscar una cabeza de turco con la que dar un toque de atención a futuros posibles agresores xenófobos: no sólo os vamos a pillar, sino que además os haremos famosos. Tiene su parte buena, cómo no (¿veremos a alguno en el próximo Gran Hermano?), pero también grandes desventajas: dejas de ser un personaje anónimo que puede ocultarse sin problemas a convertirte en una presa fácil. Ya no podrás ir por la calle sin mirar atrás por si alguien te sigue con ganas de darte problemas. Si, además, tienes problemas mentales (como este pobre diablo), no tardarás en desarrollar una fuerte paranoia maníaco-obsesiva con la que hacer de tu vida diaria un inquietante infierno: ¿ese cepillo de dientes es realmente el tuyo? ¿No tiene un bulto raro en el cabezal? ¿Será otro micrófono con el que ellos te espían? ¿Aparte del teléfono, la tele y cualquier aparato de tu casa, tu coche y cualquier sitio al que vayas o por el que pases, también te tienen localizado en el baño? Creo que hubo un chino por ahí que andaba así, el pobre...

Al margen de esta paja mental (sí, qué pasa, llevo 3 días enfermo encerrado en casa) la misión cumple a rajatabla su cometido: todo el mundo está posicionado claramente. Nadie con dos dedos de frente se atrevería a decir en voz demasiado alta que sucesos así pasan cada día, que racistas los hay por todas partes y en todas direcciones. Nadie quiere ver más allá de sus narices. Pero hay demasiadas preguntas que deberían responderse.
-¿Se habría montado todo este pitote si la chica no fuera inmigrante? Quiero pensar que sí, pero desgraciadamente la duda me corroe.
-De no ser por la "alarma social", ¿se habría juzgado al chico con más celeridad? ¿Habría salido el Ministro Poeta a asegurar que el tema se solucionaría?
- ¿A qué vino la intervención de, nada más y nada menos, el Presidente de Ecuador? ¿Se preocupa de los centenares de miles que trabajan en España? ¿Asegura que "no todos los ecuatorianos son Latin King" para evitar más racismo? ¿Por qué no pone más empeño en defender al resto de compatriotas que no están precisamente de vacaciones en Marbella?
- Todos los periodistas y tertulianos que se echan las manos a la cabeza ("sé de buena tinta que el Sergi Xavier este vive con su abuela, me lo ha dicho una vecina que los conoce bien"), ¿por qué no hablaron antes de otros casos? ¿Qué hay del Niñato? ¿De los violadores del Parque del Oeste?

Ah, es que "hay un vídeo". Lo bastante explícito como para poder dar rienda suelta al morbo y deleitarnos (o escandalizarnos, según las tragaderas de cada uno) con nuestra dosis de escándalo recomendada. Si no hay vídeo, no interesa. ¿No hay más cabrones en el mundo? Dejadme que os ponga algún ejemplo:

Un cabrón es alguien que contrata a un inmigrante sin papeles y le explota con ese pretexto (y, a lo mejor, hasta es racista también). Otro cabrón es el que, desde sus países de origen, le da una patada en el culo a todos aquellos que "no sirven" para que vayan a molestar a otros.
Un cabrón es el que pega a otro por tener una opinión, un sexo o un color de piel o rasgos distintos. Y me da igual si el agresor es un pintas como Brus-Li o un latin king. Es un cabrón igualmente.


Empezamos a tener aquí los problemas que, antes, ocurrieron en otros lugares. El problema es que no hemos sabido aprender de aquellos para hacerlos de mejor modo. Hubo casos similares en USA o en Francia aunque, lógicamente, con mucha más repercusión por la respuesta generada. Aquí, vamos hacia situaciones iguales o peores.
Nada hay peor para apagar un incendio que echarle gasolina.
No se trata de silenciar o censurar, sino de mostrar algo (sólo algo, en serio) de cordura a la hora de dedicarle las 24 horas del día a un !$%# malnacido.

1 comentario:

  1. Anónimo7:19 p. m.

    ...totalmente de acuerdo.No has podido expresarlo mejor y con mas educación.

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