26 junio 2008

Eurocopa rara

No he dado ni una en esta presente Eurocopa. De todos los cuartofinalistas no han pasado a semis ninguno de los que pensé (o deseé) que pasaran.
En algunos casos porque el juego desplegado perdió fuelle cuando más falta hacía. En otros, porque había que rendirse a la evidencia y sucumbir ante un equipo mejor. En un único caso -Turquía-Croacia- por la pura suerte de los penaltis (lo de España no lo cuento como suerte, sino como justicia divina), lo que no le quita mérito a un conjunto otomano con mucha fe. Lo que pasa es que Alemania es Alemania:
_Fútbol es un deporte que juegan once contra once... y que siempre gana Alemania.
Eso decía un guiri que iba para figura llamado Lineker. Y ni siquiera Portugal pudo contra ese axioma. Tampoco hicieron gran cosa por intentarlo, refutando la teoría de su gran juego desplegado en la primera fase. ¿En serio que Cristiano Ronaldo es un jugador para el RM? Me lo expliquen.
Yo quería que ganaran los lusos. Pura cuestión de vecindad y hermanamiento. Habría disfrutado de lo lindo con una finalísima ibérica.
Quería que ganaran los croatas, no me preguntéis por qué. Quizá porque el damero de su bandera me gusta, no sé. Y, supongo, por el viejo Sukerman. Y Prosinecki. Y Jarni. Y Baljic. Y Ognjenovic... ah, no, que éste es serbio. Y aquél, bosnio. Bueno, tanto da. Van del palo.
También prefería -¡insensato de mí!- que los holandeses se merendaran a los rusos, pero en ésta ocasión los motivos son más lógicos. Después de todo, parece el Madrid vestido de butano. Que luego, en semifinales, pudiera darse el caso de que nos tocara ese hueso no me concernía.
Porque... dije que no di ni una en los cuartos. ¿Quería que ganara Italia? ¿Me ganaré el derecho a ampliar mi parcelita del Infierno a la par que Urkullu, Erkoreka, Tardà o Puigcercós?
Juas.*

No, lo que ocurre es que pequé de pesimista. 88 años (!) sin ganar a esos spaguetti y el Tassottazzo no me daban para confiar en milagros. No me duelen prendas en alegrarme de haberme equivocado, y si hay que pasar por el aro y pensar que estos mujiks se nos comen con patatas para llegar a la final... pues eh, por mí que no sea.

* [Frotándome las manos]
Juro que lo he intentado. No quería picar de nuevo el anzuelo. Pero ésta vez es demasiado goloso, tentador... tan fácil...
En serio, no me gusta dedicarle tanto tiempo al periferismo. No quiero dar a entender que mi relación de amor-odio con Cataluña es tan intensa. No me incomoda aparentar facherío en vena, ni que me tachen de nacionalista. Admito que lo soy, moderadamente y de un modo aperturista, no excluyente. Y, qué coño, también madrileño.
Pero es que no se puede ir por la vida -política- de éste país pidiendo que te lluevan tortas de éste modo y que yo me muerda la lengua por una mera cuestión de cansinidad.

Vale, era esperable. Cada dos años (es decir, con cada Mundial o Eurocopa) se repiten declaraciones de semejante calibre y ya no sorprende a nadie que siempre sean los mismos aquellos que mean fuera del tiesto. Supuestamente defienden sus creencias y expresan opiniones, y todos sabemos que sobre eso no hay nada de qué discutir.
Pero una cosa es ser nacionalista -e incluso independentista, lo mismo me da- y otra ser anti-españolista por principios. Porque, que yo sepa, una cosa no lleva aparejada la otra por defecto. A los primeros los respeto con todas mis garantías. En serio. Hasta a los nacionalistas catalanes.
Lo que no respeto, por alusiones, es el anti-españolismo.
El intento de buscar una exclusividad y diferencia que justifique un sentimiento arremetiendo contra otro que consideran opuesto. El pretender hacernos creer que no se puede ser vasco, o catalán, y español al mismo tiempo. El recurso fácil del "Madrid, centro y origen de todos nuestros males":
_¡Madrit nos roba!
_¡Madrid oprime a nuestro pueblo!
_Y, encima, ganan más Ligas que nadie. ¡Puto Estado Español!
Ahí, ahí.
Quemar banderas o arrancar páginas de la Constitución. Ciscarse en vivo y en directo haciéndose pasar por un bufón en horas bajas. Tener que soportar que, por ello, existan predicadores incendiarios que alimenten aún más choques estériles. Por no hablar de aquella escoria que, directamente, mata o justifica a los que lo hacen...
No, por aquí no paso. ¿Queréis que gane Rusia a España? ¿Deseábais que Turquía ganara la competición? No hay problema. Seguiréis estando en la marginalidad, de espaldas al pueblo que decís personificar. Demostraréis no ser otra cosa que provincianos a los que el cargo les queda demasiado grande. Meros envidiosos e hipócritas que no dudan en chupar del bote cuanto puedan, incluso si para ello deben pisotear su bandera.
_Es que yo quiero que mi nación pueda jugar torneos internacionales. Como Gales o Escocia.
Claro. Pero Gales y Escocia juegan sus propias Ligas, y de bastante menor calado que la inglesa.
_¿Y perderme los Barça-Madrid? ¡Si son los partidos del año! ¡Ni hablar!
Siempre os quedaría el Espanyol para consolaros.

25 junio 2008

Otro Manifiesto (éste, lingüístico)

Ayer salió a la palestra un Manifiesto elaborado por gente de talla como Vargas Llosa, Boadella, Savater, Sosa Wagner o Pombo (entre otros) en el que dan muestras de su preocupación por el estado de la lengua castellana dentro de España. Dicho Manifiesto fue colgado en la Red y se invitó a todo aquél que quisiera adherirse a firmar.
En estos momentos pasan de 40.000, cúpulas de UPyD y PP incluidas. La reacción socialista -la nacionalista ya podemos intuirla- a este movimiento ha sido particularmente agria en boca de Cabrera, Ministra de Educación: "yo no tengo que apoyar nada".
_Es que no tengo por qué hacerlo. La LOE garantiza el aprendizaje del castellano en todo el territorio nacional.
Claro, Merche. Eso dice el papel. También el papel dice que en Madrid está prohibido cantar desacompasado o correr por la calle. Y blasfemar se castiga con multa.
Así que en otro momento, si quieres, discutimos si la LOE se aplica efectivamente o no según dónde, por lo que se desprende de este Manifiesto.
_¡Fachas!
_¡Nacionalistas españoles!
Alto ahí, esperad, periféricos míos. Aún no toca eso. Primero desgagemos el contenido del Manifiesto:
1. Todas las lenguas oficiales en el Estado son igualmente españolas y merecedoras de protección institucional como patrimonio compartido. Éste es el punto de partida, teóricamente muy razonable y asumible a grandes rasgos por cualquier no-extremista. La cosa no queda aquí, empero, puesto que el motivo del manifiesto es, precisamente, manifestar que "sólo una de ellas es común a todos, oficial en todo el territorio nacional y por tanto sólo una de ellas –el castellano- goza del deber constitucional de ser conocida y de la presunción consecuente de que todos la conocen. Es decir, hay una asimetría entre las lenguas españolas oficiales, lo cual no implica injusticia (?) de ningún tipo porque en España hay diversas realidades culturales pero sólo una de ellas es universalmente oficial en nuestro Estado democrático. Y contar con una lengua política común es una enorme riqueza para la democracia, aún más si se trata de una lengua de tanto arraigo histórico en todo el país y de tanta vigencia en el mundo entero como el castellano."
El quid de la cuestión está, supongo, en ese "sólo una de ellas es común a todos". El primer escollo lo encuentro cuando intenta justificar la asimetría de las lenguas en España de una manera tan farragosa y desproporcionada. No se dice ninguna -a mi juicio- tontería ni aparenta echar pestes de las cooficiales, pero tampoco hacía falta explayarse tanto. Al hacerlo, parece como si no fuera fácil defender esta postura.

2. Son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüisticos, no los territorios ni mucho menos las lenguas mismas. Bravo. Impepinable. Indiscutible. Un aviso a navegantes para aquellos que tienden a usar los terruños como sujetos de derecho antes que las personas. Sin embargo, la cosa requiere un matiz, y el Manifiesto lo ofrece: "O sea: los ciudadanos que hablan cualquiera de las lenguas co-oficiales tienen derecho a recibir educación y ser atendidos por la administración en ella, pero las lenguas no tienen el derecho de conseguir coactivamente hablantes ni a imponerse como prioritarias en educación, información, rotulación, instituciones, etc… en detrimento del castellano (y mucho menos se puede llamar a semejante atropello “normalización lingüística”)."
Están pidiendo guerra. No es el fragmento más polémico aunque trae miga. "Derecho de conseguir coactivamente hablantes" suena fuerte, totalitario, dictatorial. "Imponerse como prioritarias en educación" para algunos es la única manera de preservar (poco elegantemente) una lengua que, de otro modo, desaparecería. Para otros, el modo de que el fracaso escolar aumente y que los casos de faltas gramaticales y ortográficas se multipliquen exponencialmente.
¿Qué sacrificamos, pues, un modo de preservar un idioma -impopularmente, además- o garantizar un buen funcionamiento de la Educación?
La nostra llengua!
_¡La Educación!
Una cosa está clara: aciertan al descalificar que a ésto se le denomine "normalización lingüística" porque no es una normalización. No se está equilibrando a nivel oficial una situación extraoficial, sino fabricar una situación nueva: dar la impresión de que todo el mundo habla el idioma co-oficial, usualmente minoritario.

3. En las comunidades bilingües es un deseo encomiable aspirar a que todos los ciudadanos lleguen a conocer bien la lengua co-oficial, junto a la obligación de conocer la común del país (que también es la común dentro de esa comunidad, no lo olvidemos). Pero tal aspiración puede ser solamente estimulada, no impuesta. Exactamente. Al imponer una situación no normal pretendiendo darle sesgos de normalidad contribuyes a crear mal ambiente y que tus intenciones, por buenas o justas que cada cual quiera creer, terminen siendo aborrecidas. El ejemplo franquista en este mismo sentido debería ser lo suficientemente revelador, pero, para algunos, se ve que no lo fue... o, quizá, creen que ahora les toca a ellos cometer los mismos pecados que en su día denunciaron. De ser así, resultaría como poco triste. Y cínico.
Es lógico suponer que siempre habrá muchos ciudadanos que prefieran desarrollar su vida cotidiana y profesional en castellano, conociendo sólo de la
lengua autonómica lo suficiente para convivir cortésmente con los demás y disfrutar en lo posible de las manifestaciones culturales en ella.
En mi opinión, esto no tiene discusión posible. Y soy plenamente consciente de que nadie, nacionalista o no, españolista o no, lo discute tampoco. Es más, cada uno quiere pensar que para sí quisieran poder hacer todo aquello sin que nadie tuviera que mirarle torcido. Que ciertas autoridades autonómicas anhelen como ideal lograr un máximo techo competencial bilingüe no justifica decretar la lengua autonómica como vehículo exclusivo ni primordial de educación o de relaciones con la administración pública. Conviene recordar que este tipo de imposiciones abusivas daña especialmente las posibilidades laborales o sociales de los más desfavorecidos, recortando sus alternativas y su movilidad.
Ciertamente supone una erosión de posibilidades tanto para los nativos como para los oriundos -los primeros porque, al recibir menos instrucción en el castellano, tendrán menos oportunidades fuera. Los segundos, porque al desconocer el catalán determinados puestos les estarán prohibidos- y que la educación impartida vehicularmente en un idioma que no utiliza la mayoría reviste peligro de incomprensión, desamparo y alguna que otra cosilla más.
_Joer, ni que el catalán fuera difícil de entender, osti tú.
Ya. ¿Y el euskera, adiskide?

4. Ciertamente, el artículo tercero, apartado 3, de la Constitución establece que “las distintas modalidades lingüísticas de España son un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Nada cabe objetar a esta disposición tan generosa como justa, proclamada para acabar con las prohibiciones y restricciones que padecían esas lenguas. Cumplido sobradamente hoy tal objetivo, sería un fraude constitucional y una auténtica felonía utilizar tal artículo para justificar la discriminación, marginación o minusvaloración de los ciudadanos monolingües en castellano en alguna de las formas antes indicadas. Lo que viene a decir, hablando en plata, que todo tiene un límite y que algunos, básicamente, se lo pasan por el forro.

Dicho esto, los abajofirmantes solicitan al Parlamento Español que elaboren una ley lo suficientemente importante como para requerir una reforma constitucional y estatutaria que recoja [inequívocamente] los siguientes puntos:
1. La lengua castellana es común y oficial a todo el territorio nacional, siendo la única cuya comprensión puede serle supuesta a cualquier efecto a todos los ciudadanos españoles. Por tanto, nada de "los españoles deberíamos ser cuatrilingües como poco". Cachis.
2. Todos los ciudadanos que lo deseen tienen derecho a ser educados en lengua castellana, sea cual fuere su lengua materna. Las lenguas cooficiales autonómicas deben figurar en los planes de estudio de sus respectivas comunidades en diversos grados de oferta, pero nunca como lengua vehicular exclusiva. En cualquier caso, siempre debe quedar garantizado a todos los alumnos el conocimiento final de la lengua común. En términos de practicidad, inapelable: se disculpan -por obvias- cualesquiera derivaciones del lenguaje producto del bilingüismo (catalanadas, galicismos...) pero se liquida, por ejemplo, el catañol. Con lo que prometía...
3. En las autonomías bilingües, cualquier ciudadano español tiene derecho a ser atendido institucionalmente en las dos lenguas oficiales. Lo cual implica que en los centros oficiales habrá siempre personal capacitado para ello, no que todo funcionario deba tener tal capacitación. En locales y negocios públicos no oficiales, la relación con la clientela en una o ambas lenguas será discrecional. Lo cual parece una perogrullada en un país desarrollado. Lamentablemente, no lo es.
4. La rotulación de los edificios oficiales y de las vías públicas, las comunicaciones administrativas, la información a la ciudadanía, etc…en dichas comunidades (o en sus zonas calificadas de bilingües) es recomendable que sean bilingües pero en todo caso nunca podrán expresarse únicamente en la lengua autonómica. ¡Muerte a la Plaça Joan Carles I!
5. Los representantes políticos, tanto de la administración central como de las autonómicas, utilizarán habitualmente en sus funciones institucionales de alcance estatal la lengua castellana lo mismo dentro de España que en el extranjero, salvo en determinadas ocasiones características. En los parlamentos autonómicos bilingües podrán emplear indistintamente, como es natural, cualquiera de las dos lenguas oficiales. Boutade que no pasa de ser una mera declaración de deseos... además que supone un tema aparentemente coercitivo y con una finalidad meramente impositiva. Después de todo, si Ridao -o su homólogo de otros lares- sigue empeñado en hablar en catalán en Madrid, allá él: es su mala educación la que se pone en evidencia, no la falta de fuerza de quienes no lo hablan.
Respecto al uso indistinto de lenguas co-oficiales en sus respectivos Parlamentos... si ni siquiera los más supuestamente fachas utilizan el castellano, revelador será.

Ahora sí, ya podéis reivindicar.
_...
_Para qué, filliño, si total, esto se va a quedar en nada.
_El celtita tiene razón, coño pues, mejor nos vamos a tomar unos potes.
_Eh que sí. Nengs, pagará el mallorquí, ¿no?
_¡Español el último!

NB: Hago constar que, para que éste diálogo entre pueblos diversos tuviera lugar, no se ha elaborado ningún doblaje.

No dejéis escapar la última perla de la Ministra de la Igualdad (aunque sospecho que deberían rebautizarlo como de la Mujer o del Feminismo Pijoprogre)

19 junio 2008

El Manifiesto Cluetrain

En el siglo pasado (sí, 1999 forma parte del siglo pasado, ¿qué pasa?), a cuatro tipos les dio por pensar que aquél nuevo medio y canal de información y comunicación que despuntaba a pasos agigantados -pese a puntuales momentos de crisis- requería un enfoque de tratamiento muy diferente a cuantos se conocían hasta la fecha en lo que respecta al modo de operar de empresas y negocios.

La irrupción de internet supuso, entre otras muchas cosas, una nueva forma de comunicarse con clientes, proveedores, partners o fuentes diversas. Ya no se trata de relaciones empresa-persona humana. Ahora, el cambio es radicalmente sustancial en este sentido y, por ello, estos tíos decidieron reunir en una lista las claves para entender esta nueva forma de comunicación:

1. Los mercados son conversaciones.

2. Los mercados consisten en seres humanos, no por sectores demográficos.

3. Las conversaciones entre seres humanos suenan humanas. Se conducen en una voz humana.

4. Ya sea transmitiendo información, opiniones, perspectivas, argumentos en contra o notas humorísticas, la voz humana es abierta, natural, sincera.

5. La gente se reconoce como tal por el sonido de esta voz. Pensad que cada persona tiene un tono característico que le hace identificable entre muchedumbres. Esto me recuerda un estudio que se hizo hace mucho tiempo en el cual se comprobó que toda madre sabe perfectamente quién es su hijo -colocado entre otros muchos- tan sólo con escuchar su llanto.

6. Internet hace posible tener conversaciones entre seres humanos que, simplemente, eran imposibles en la era de los medios masivos de comunicación.

7. Los hipervínculos socavan a las jerarquías.

8. En los mercados interconectados como entre empleados intraconectados, la gente utiliza nuevas y poderosas formas de comunicación. Como muestra, un botón: el messenger es el número uno de programas utilizados para hablar entre compañeros de trabajo.

9. Las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos. Redes sociales, la wiki, foros de debate y discusión... ¡se acabó hacerse el tonto acerca del hábitat del ornitorrinco!

10. Como resultado, los mercados se vuelven más inteligentes, más informados, más organizados. La participación en un mercado interconectado hace que las personas cambien de una manera fundamental.

11. Las personas que participan en estos mercados interconectados han descubierto que pueden obtener mucha mejor información y soporte entre sí mismos que de los vendedores. Basta de la retórica corporativa acerca de añadir valor a productos de consumo general. Blogs, foros de consumidores como ciao.es o cualquier otro pensado para un determinado sector hace que los alpha-users -es decir, aquellos expertos en cuyo criterio confiamos casi a ciegas- se conviertan en figuras importantes.

12. No hay secretos. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos. Tengan buenas o malas noticias sobre ellos, las expanden por el mundo. Lo que hace que las empresas deban mimar a aquellos que pueden encumbrarles o arruinarles.

13. Lo que ocurre en los mercados, también sucede entre los empleados. Una construcción metafísica llamada "Compañía" es lo único que queda entre los dos.

14. Las corporaciones no hablan en la misma voz que estas conversaciones interconectadas. Para su "audiencia objetivo", las compañías suenan huecas, opacas, literalmente inhumanas. Lo que justifica la necesidad de "humanizar" a las marcas, acercarlas a los consumidores. Intentan hablar su mismo idioma.

15. En sólo unos pocos años, la actual "voz" homogenizada del mundo de los negocios -el sonido de misiones corporativas y folletos oficiales- parecerá tan rebuscada y artificial como el lenguaje de la corte francesa en el siglo XVIII.

16. Hoy en día, las compañías que hablan el lenguaje del charlatán, ya no logran captar la atención de nadie.

17. Las compañías que asumen que los consumidores online son iguales a los que ven sus anuncios por televisión, se engañan a si mismas. Y, sobre todo, pagarán cara su osadía.

18. Las compañías que no se dan cuenta que sus mercados ahora están interconectados persona-a-persona, y en consecuencia volviéndose más inteligentes y profundamente unidos en conversación, están perdiendo su mejor oportunidad.

19. Las empresas ahora pueden comunicarse con sus mercados directamente. Esta podría ser su última oportunidad si la desperdician.

20. Las compañías deben darse cuenta que sus clientes se ríen frecuentemente. De ellas.

21. Las empresas necesitan "allanarse" y tomarse menos menos en serio. Necesitan tener sentido del humor.

22. Tener sentido de humor no significa poner chistes en la web corporativa. Requiere tener valores, un poco de humildad, honestidad y un punto de vista sincero.

23. Las compañías que intentan "posicionarse", necesitan adoptar una posición. Idealmente relacionada con algo que realmente le importe a su mercado.

24. Las declaraciones exageradas -"Estamos en posición de convertirnos en el principal proveedor de XYZ"- no constituyen una posición.

25. Las compañías necesitan bajar de su pedestal y hablarle a la gente con quien esperan establecer relaciones. Porque los tiempos han cambiado.

26. Las relaciones públicas no se relacionan con el público. Las compañías tienen un temor profundo de sus mercados. No les conocen, ni quieren -querían hasta ahora- conocerles.

27. Al usar un lenguaje que resulta distante, poco atractivo, arrogante... levantan muros que las distancian de sus consumidores.

28. La mayoría de los planes de mercado se basan en el temor de que el mercado pueda enterarse de lo que realmente sucede dentro de la compañía. Si tal cosa sucediera sería terrible.

29. Ya lo dijo Elvis Presley: "No podemos seguir juntos si sospechamos mutuamente."

30. La lealtad a la marca es la versión corporativa de una relación estable, pero la ruptura es inevitable (y se aproxima rápidamente). Gracias a que están interconectados, los mercados inteligentes pueden renegociar sus relaciones a una velocidad increíble.

31. Los mercados interconectados pueden cambiar de proveedores instantáneamente. Los "empleados de conocimiento" [?] interconectados pueden cambiar de trabajo durante la comida. Las propias iniciativas de reducción de tamaño en las empresas nos enseñaron a preguntar: "¿Lealtad? ¿Qué es eso?"

32. Los mercados inteligentes encontrarán proveedores que hablen su mismo lenguaje.

33. Aprender a hablar con una voz humana no es un truco de magia. No puede ser aprendido en alguna conferencia.

34. Para hablar en una voz humana, las empresas deben compartir las preocupaciones de sus comunidades. Parece fácil -a fin de cuentas, intentan vender cosas que solucionan alguna de esas preocupaciones- pero tantos años utilizando un sistema rígido las ha convertido en empresas rígidas.

35. Pero primero, deben pertenecer a una comunidad.

36. Las empresas deben preguntarse a sí mismas hasta dónde llega su cultura corporativa.

37. Si su cultura acaba antes de donde empieza la de su comunidad, entonces no tendrán mercado.

38. Las comunidades humanas se basan en el diálogo, en conversaciones humanas acerca de inquietudes humanas.

39. La comunidad del diálogo es el mercado.

40. Las compañías que no pertenecen a una comunidad de diálogo, morirán.

41. Las compañías han hecho una religión de su seguridad, pero eso no sirve de nada. La mayoría se protegen menos en contra de sus competidores que de su propio mercado y fuerza de trabajo.

42. Tal como ocurre en los mercados interconectados, las personas también se comunican entre sí directamente dentro de la compañía... y no solamente hablan acerca de las reglas y regulaciones, la linea oficial, rentabilidad. Las amistades dentro del trabajo no son un mito.

43. Estas conversaciones se llevan a cabo a través de las intranets corporativas. Pero sólo cuando las condiciones son favorables.

44. Las compañías instalan sus intranets desde arriba para distribuir sus políticas de recursos humanos y otra información corporativa que sus trabajadores están tratando de ignorar. Porque no les interesa. Y no siempre les sirve para hacer bien su trabajo.

45. Las intranets tienden a centrarse en el aburrimiento. Las mejores se construyen desde abajo por individuos participativos que cooperan para construir algo mucho más valioso: una conversación corporativa interconectada. Una Comunidad. Una pequeña red social.

46. Una intranet saludable organiza a los empleados en varios sentidos de la palabra. Su efecto es más radical que la agenda de cualquier sindicato.

47. Aunque esto asusta mucho a las empresas, también dependen en gran medida de estas intranets abiertas para generar y compartir conocimientos críticos. Necesitan resistirse a la tentación de "mejorar" o controlar estas conversaciones.

48. Cuando las intranets corporativas no se limitan por el temor y normativas, el tipo de conversación que promueven resulta notablemente parecido a una conversación de los mercados conectados en red. Es decir, empiezan a hablar en el mismo idioma.

49. Los organigramas funcionaron en la vieja economía en la que los planes podían entenderse completamente desde la cima de empinadas pirámides administrativas y se podían pasar detalladas órdenes de trabajo desde arriba.

50. Hoy en día, el organigrama está hiperenlazado, no jerarquizado. El respeto al conocimiento práctico resulta más importante que la autoridad abstracta.

51. Los estilos administrativos de "control de mando", surgen de, y refuerzan la burocracia, las luchas de poder y una cultura general de paranoia. Compañías así pueden perdurar en el tiempo si son grandes, pero nunca obtendrán el mismo rendimiento que aquellas libres de ese control.

52. La paranoia mata la conversación. Esa es su meta. Pero la falta de una conversación abierta mata a las empresas.

53. Existen dos conversaciones llevándose a cabo. Una dentro de la empresa. Otra con el mercado.

54. En general, ninguna de estas conversaciones va muy bien. Casi invariablemente, la causa del fracaso puede encontrarse en las ideas obsoletas del "control de mando". Porque, como sucede cuando ves un paisaje desde la cima, tienes una magnífica perspectiva de tu entorno, pero no puedes prestar atención a los detalles. Y los detalles, hoy, cuentan. Mucho.

55. Como política, estas ideas son venenosas. Como herramientas, están descompuestas. Las prácticas de "control de mando" chocan con la hostilidad de los "empleados de conocimiento" [de nuevo, ?] interconectados y generan desconfianza en los mercados conectados.

56. Estas dos conversaciones quieren encontrarse. Hablan el mismo idioma. Reconocen sus voces mutuamente.

57. Las empresas inteligentes harán lo que sea necesario para lograr que lo inevitable suceda cuanto antes.

58. Si el coeficiente intelectual se midiera como la disposición de "abrir paso" o quitarse de en medio, resultaría que muy pocas compañías se han vuelto sabias.

59. Aunque en este momento es un poco subliminal, hay millones de personas online que perciben a las empresas como algo un poco más que curiosas ficciones legales tratando activamente de evitar que estas conversaciones se conecten.

60. Esta es una actitud suicida. Los mercados quieren conversar con las empresas. De hecho, lo desean mucho más de lo que las propias empresas creen.

61. Desafortunadamente, la parte de la empresa con la cual se quieren comunicar los mercados se esconde tras una cortina de humo, de un lenguaje que suena falso. Las más de las veces lo es.

62. Los mercados no quieren conversar con charlatanes y vendedores ambulantes. Quieren participar en las conversaciones tras la pared de protección corporativa (firewall). Quieren hacer preguntas y plantear sugerencias. En muchas ocasiones, vitales para la compañía.

63. Ponerse en un nivel más personal: Nosotros somos esos mercados. Queremos charlar contigo.

64. Queremos tener acceso a tu información corporativa, a tus planes y estrategias, a tus mejores ideas y a tu conocimiento genuino. No nos vamos a conformar con tus folletos a cuatro colores, o con tu web sobrecargada de chucherías visuales pero con muy poca sustancia.

65. Tambien somos los empleados que hacemos funcionar sus empresas. Queremos conversar directamente con los clientes con voz propia, no con frases trilladas escritas en un guión.

66. Como mercados, como empleados, estamos hastiados de obtener nuestra información por control remoto. ¿Por qué necesitamos reportes anuales impersonales y estudios de mercado de tercera mano para presentarnos unos a otros?

67. Como mercados y como trabajadores, nos preguntamos ¿por qué no escuchas? Parece como si hablaras un idioma distinto.

68. El lenguaje inflado y grandilocuente que utilizas (en la prensa, en tus conferencias), ¿qué tiene que ver con nosotros?

69. Quizás impresiones a tus inversores. Tal vez impresiones a la Bolsa. No nos impresionas a nosotros. Y nosotros somos los que hacemos que te mantengas a flote. Parece que lo has olvidado.

70. Si no causas gran impresión en nosotros, tus inversores van a salir perdiendo. ¿No lo entendéis? De ser así, ellos no te permitirían hablar en la forma que lo haces.

71. Tus ideas anticuadas acerca de "el mercado" nos hacen chasquear la lengua. No nos reconocemos en tus proyecciones. Tal vez porque sabemos que ya estamos en otro lugar. Uno o dos pasos por delante, para ser exactos.

72. Este nuevo mercado nos parece mucho mejor. De hecho, nosotros lo estamos creando.

73. Estás invitado, pero es nuestro mundo. Quítate los zapatos y déjalos junto a la puerta. Si quieres comerciar con nosotros, ¡baja de tu camello!

74. Somos inmunes a la publicidad tradicional. Olvídalo.

75. Si quieres que te dirijamos la palabra, dinos algo. Que sea algo interesante para variar.

76. Tambien tenemos algunas ideas para ti: nuevas herramientas que necesitamos, algún mejor servicio. Cosas por las cuales estamos dispuestos a pagar. ¿Tienes un minuto?

77. ¿Estas tan ocupado "haciendo negocios" que no puedes contestar nuestro correo electrónico? Por Dios, vaya, volveremos mas tarde. Si eso. Luego, los hay que se lamentan preguntándose por qué pierden clientes.

78. ¿Quieres que pongamos nuestro dinero? Nosotros queremos que pongas atención.

79. Queremos que descartes tu viaje, que salgas de tu introversión neurótica, ven a la fiesta.

80. No te preocupes, aún puedes hacer dinero. Eso sí, mientras no sea lo único en tu mente. Lo cual no deja de ser una paradoja: las compañías existen con el único fin de ganar dinero a través del intercambio de un producto o un servicio. Hoy en día esa definición ha caducado. Se les exige algo más, especialmente si ganas mucho dinero. La moda del año es la RSC (Responsabilidad Social Corporativa).

81. ¿Te has dado cuenta que, por sí mismo, el dinero es unidimensional y aburrido? ¿De qué más podemos hablar?

82. Tu producto falló. ¿Por qué? Nos gustaría preguntarle a la persona que lo hizo. Tu estrategia corporativa no tiene sentido. Nos gustaría hablar con tu Director General. ¿Cómo, que no está? Hay gente que jamás entenderá que ser Director General no significa nada más que dos meras palabras encadenadas a las cuales ellos mismos se han encadenado.

83. Queremos que trates a 50 millones de personas tan seriamente como si trataras a un sólo periodista del diario financiero.

84. Conocemos a algunas personas en tu empresa. Son buena gente cuando hablamos con ellos online. ¿Tienes más de esos escondidos por ahí? ¿Pueden salir a jugar?

85. Cuando tenemos dudas, nos apoyamos en el resto de nosotros para aclararlas. Si no tuvieras control tan estricto sobre "tu gente" tal vez nos apoyaríamos en ellos también.

86. Cuando no estamos ocupados siendo tu "público objetivo", muchos de nosotros somos tu gente. Preferimos hablar con amigos online que estar viendo el reloj. Eso ayudaría a difundir tu nombre mejor que tu web del millón de dólares. Pero tú dices que hablar con el mercado le corresponde al departamento de márketing. Quizá. Es posible que ellos sepan hablar mejor que tú. Pero no saben más que tú.

87. Nos gustaría que entendieras lo que está pasando aquí. Eso estaría muy bien. Pero sería un error pensar que vamos a esperar con los brazos cruzados.

88. Nos preocupan cosas más importantes que si vas a cambiar a tiempo para hacer negocio con nosotros. El negocio es sólo una parte de nuestras vidas. Parece serlo todo en la tuya. Piénsalo bien: ¿quién necesita a quién?

89. Tenemos poder real y lo sabemos. Si no alcanzas a ver la luz, alguien más vendrá y nos dará mayor atención, será más interesante y divertido para jugar.

90. Aún en el peor de los casos, nuestra nueva conversación es más interesante que la mayoría de las ferias comerciales, más entretenida que un programa de televisión y ciertamente más apegada a la vida real que cualquier web corporativa que hayamos visitado.

91. Nuestra lealtad es para con nosotros mismos, nuestros amigos, nuestros nuevos aliados y conocidos, hasta nuestros compañeros de batalla. Las empresas que no juegan un papel en este mundo, tampoco tienen futuro.

92. [Anacrónico, redordad que fue escrito en el 99] Las compañías gastan millones de dólares en el Efecto 2000. ¿Cómo es que no pueden escuchar el tic-tac de esta bomba de tiempo? En riesgo está algo más importante.

93. Estamos tanto dentro de las empresas como fuera de ellas. Los límites que separan nuestras conversaciones parecen el actual muro de Berlín, pero son sólo un estorbo. Sabemos que caerán. Trabajaremos desde ambos lados para hacerlos caer.

94. Para las corporaciones tradicionales, las conversaciones interconectadas parecen un mar de confusión. Pero nos estamos organizando más rápido que ellas. Tenemos mejores herramientas, más ideas nuevas, y ninguna regla que nos detenga.

95. Estamos despertando y conectándonos. Estamos observando. Pero no estamos esperando.

Lógicamente, casi una década dan para mucho. Varias de las claves han evolucionado, otras han sido superadas, algunas han sido escuchadas por quienes debían hacerlo.
Aún queda trabajo por hacer y quedan mensajes que deben ser atendidos. Pero ya nos hemos dado cuenta de algo:

El mundo está cambiando. Y será increíble ver hacia dónde va.

18 junio 2008

Piratería

Quince hombres sobre el Cofre del Muerto y una botella de ron.

La Historia y la leyenda nos narran historias que mezclan aventuras, delincuencia, libertad, libertinaje y ron. Todo aderezado por climas caribeños y la erótica del peligro.
Algunos nombres ilustres han trascendido sus épocas hasta llegar a nuestros días convertidos en mitos. Jack Rackham (cuya bandera, evolución de la mítica Jolly Roger, hoy es universalmente conocida), su mujer Anne Bonny - y su otra mujer Mary Read-, Barbanegra, Francis Drake, Henry Morgan... son sólo los más conocidos al margen de los que la literatura o el cine nos han ido brindando posteriormente: Long John Silver. Jack Sparrow. El Pirata Garrapata.

De aquéllos a éstos media un abismo salvo para los miembros de la llamada Coalición, un ente que engloba a las sociedades de gestión de derechos de autor, a la industria musical y la audiovisual. Dicha Coalición califica de piratas a más de 11 millones de españoles. Ya nos habría gustado haber podido dar tan vasto número al Caribe hace 300 años. Otro gallo nos habría cantado (¿o no?) y seríamos nosotros los protagonistas de tan fascinantes historias.

La situación no pilla de nuevas a nadie. A fin de cuentas, lo de encasillar a tanta gente bajo un único adjetivo es algo que llevamos haciendo desde que existimos culturalmente. Hoy en día, 10 millones de españoles son fachas, 11 millones son rojos... pero, indudablemente, ser piratas es más romántico. Y divertido.

Según cuenta la leyenda, la piratería quiso organizarse bajo una hermandad llamada La Cofradía. Unas pocas y breves reglas carentes de obligaciones daban una mayor sensación de seguridad entre hombres -y escasas mujeres- sin demasiados escrúpulos. Su "base" estaba en la isla de Tortuga, considerado territorio internacional -u hogar pirata, que lo mismo da- debido a que ninguna nación de la época tenía los huevos suficientes para acercarse demasiado por allí.
Así las cosas, ahora La Cofradía se enfrenta a La Coalición. Ni siquiera Tom Clancy se habría imaginado un escenario tan jugoso para montar una historia de tal calibre.

Si, tal y como la SGAE quiere, nos consideráramos piratas (lo cual no tendríamos por qué aceptar), debemos asumir no sólo la versión que ellos pretenden dar del asunto: ladrones, aprovechados y bucaneros; sino que también seremos merecedores de todo el componente libertario y combativo que hicieron gala aquellos hombres que se ganaron la categoría de héroes para unos cuantos. Y si luchamos, lo haremos del único modo que aquellos piratas y éstos piratas de hoy día sabemos:

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.


Canción del Pirata. José de Espronceda.

Traducción al cristiano moderno: ¡Pon tu mula a trabajar!

17 junio 2008

El Rollo Bollo

Un estudio reciente hecho por suecos -nada sospechosos, me dicen- arroja luz sobre ciertos detalles acerca de la orientación sexual de las personas que pueden desembocar en reacciones no exentas de polémicas.



Como a mí me gusta el lío más que a un tonto un lápiz, no seré yo quien lo rehúya y sí, en cambio, quien se atreva a mojarse, al menos desde la perspectiva que conozco no sólo de oídas.
Aquellos a los que les gusta autocalificarse personas "de bien" (habrá que dilucidar con ellos qué baremos se regulan para decidir quién es de "bien" y quién de "mal") probablemente les ratifique en sus posiciones: los gays y las lesbianas son gente extraña con malformaciones cerebrales y, por lo tanto, cabría deducir que también mentales. ¿Recordáis a aquél ya mítico Aquilino Polaino? Bueno, sus teorías acerca de que la homosexualidad es una psicopatología se caen definitivamente -si es que alguna vez se tomaron en serio-, sustituyéndose por el diagnóstico alternativo "asunción de roles contrarios" porque, según se desprende del estudio, la homosexualidad no es necesariamente innata.
Aclaremos algo: que éstas personas autoproclamadas "de bien" consideren a los LGTB gente que no posee todas sus facultades cerebrales "correctas" (traducción: como las tienen los hombres y mujeres heterosexuales, gran mayoría de la Humanidad) no hace que los consideren peores personas o inferiores. Creo francamente que les respetan.
Claro que, como reza el dicho, "gilipollas los hay en todas partes" y los homófobos e intolerantes suelen salir desde este lado de la barrera.
Pero la cuestión es que tampoco dicen una barbaridad indefendible. No mienten. Es cierto que, por lo que el mencionado estudio dice, así son las cosas. No poseen la estructura cerebral original de género pensada para la reproducción y propagación de la especie.
No critico este modo de pensar. Si acaso, critico su falta de aceptación. No somos meros "propagadores de humanos". Discutiría si nuestro papel sigue siendo el de perpetuar la especie. Lo discutiría realmente.


Pero si un gay nace o se hace o si sus características cerebrales y sexuales fueron adquiridas a raíz de comportamientos o actitudes desarrolladas a lo largo de la vida o si se encuentra determinado por cuestiones puramente genéticas es algo que, personalmente, me la pela absolutamente. A fin de cuentas, el grado de aceptación de una persona se mide por su manera de ser, no por pensar en el mismo sexo mientras se masturba.
Esa es la madre del cordero. La aceptación. La ausencia de prejuicios establecidos por razón de inclinaciones sexuales aunque, claro, tenemos la suficiente hipocresía y relatividad moral para respetar a unos y disparar contra otros. Pero ese es un tema del que ya se ha hablado, y mucho.


Si hablo de este asunto con el título tan... hum... "ilustrativo" que he puesto es por una razón: hoy toca hablar de sexualidad. De orientación sexual para más señas. Pero no en referencia a por qué, puesto que no soy un entendido. Sino al cómo se lo toman algunos cuando hablamos de determinadas fantasías.
Por ejemplo... las mujeres bisexuales.

Se han hecho encuestas al respecto pero saco los datos muy a ojo de buen cubero, así que no esperéis números fidedignos (aunque no creo ir muy desencaminado): yo diría que el 90% de los hombres fantasea con la idea de hacérselo con dos mujeres.
Al mismo tiempo, la proporción de mujeres que tienen fantasías con dos hombres es "sólo" 3 de cada 10. En cambio, habría más a las que no les supondría un problema experimentar con otra mujer.



Podemos ponernos en plan antropológico, si os parece. Si lo hacemos, diría que podría basarse en la concepción polígama del hombre cavernícola que mantenía a varias mujeres viviendo bajo el mismo techo, ellas y todos los hijos. Al menos eso dice la teoría mayoritaria.
Se podría deducir que, a la hora de mantener relaciones sexuales, podrían hacerlo en presencia de las que no participaban... o bien que se diera el caso de que sí lo hicieran. No parece descabellado. Sería más bien lógico. Por tanto, el paso siguiente no parecería nada extraño: que una mujer pueda sentir atracción física por otra.
Hoy se puede comprobar. Bastantes heterosexuales convencidas han tenido escarceos con amigas, compañeras o desconocidas sin que aquello supusiera una crisis de identidad sexual.
En un tío, en cambio, eso es más difícil. No el hecho de sentir atracción física por otros tíos, sino que tal hecho no suponga hacerse la pregunta de marras: "¿seré gay?".



Lo de dos tías dándose el filete a los tíos nos pone, claro. ¿Para qué conformarte con una teniendo a dos?, parece ser la cuestión.
Sin embargo, lo que ocurre al pasar de la imaginación a la realidad es completamente distinto. Y no siempre eres capaz de dar la talla; no, al menos, como lo soñabas.
La cuestión primordial de los tríos es el papel del hombre. El imaginario porno nos ha vendido la historia de que es siempre el hombre quien tiene el papel central. La realidad es, habitualmente, la contraria: el hombre apenas juega un papel relevante en la relación sexual.
Él acompaña a dos mujeres que hacen realidad una fantasía, no al revés. Aparentemente la diferencia es insustancial (después de todo, raro es que no se lleven todos su ración de placer) y reducida a una mera cuestión jerárquica de nula trascendencia.
Quizá. Pero, tal vez por eso, se convierte en un objeto de deseo de mayores dimensiones de las que pueden abarcar para algunos.

Hablando en plata, ellas mandan y tú sólo eres un tipo afortunado que se cruzó con ellas. Sí, participas. Y disfrutas. Y miras y admiras y se te ponen los ojos como platos al verte a ti -sí,- tirándote a una que está tirándose a su vez a otra.
Serás un campeón si los nervios no te juegan una mala pasada. O si tanto cambio de roles y juegos no te agotan la... hum... paciencia.



Sabiendo todo lo anterior, en un mundo globalizado como el que vivimos hoy en día, con tantas posibilidades de interacción y conocimiento, con tantos canales y medios a través de los cuales conocer gente que en otras circunstancias jamás se cruzarían en tu vida, no es extraño encontrarse con personas de todo tipo y pelaje.
Hay uno en particular que me llama mucho la atención. Que es en el que me quiero centrar en el post de hoy y la razón de tal título.



Se trata de gente que, en redes sociales, llama la atención por fotos demasiado provocativas y directas, como ésta que enseño aquí de un caso real.
Gente que deja bien claro que son mujeres "cansadas de los hombres, de los que no quiero saber nada y que si me escriben o si pretenden ponerse en contacto conmigo les humillaré y les insultaré... pero si eres mujer dime algo, déjame tu dirección de msn porque quiero follarte y enseñarte de lo que soy capaz" (sic)... ¿no notáis nada extraño? Nada de "sí, me van las tías, pero tengo gusto y criterio". Nada de "me declaro homosexual y que se joda quien no lo entienda". No. "Fóllame y enséñame lo que quiero enseñarte yo por cam".
Demasiado explícito, ¿no es cierto? Incluso para mujeres "masculinizadas".
Se supone que hay gente para todo, pero resultan ser demasiadas juntas. Y, qué cosas, todas tienen una apariencia demasiado... llamativa.



El misterio se resuelve cuando profundizas un poco. La inmensa mayoría son tíos. Se descubren enseguida por seguir patrones demasiado masculinos: centrarse exclusivamente en el sexo, demandar -y enviar- fotos explícitas... ¿y la cam? ¿No se traicionarían en cuanto la pusieran? Claro. Pero es que la finalidad no es siempre la más obvia.
Algunos simplemente son tipos con mucho tiempo libre, imaginación y ganas de divertirse.
Otros sí, en cambio, parecen ansiosos por encontrar, ocultos tras el anonimato, a aquellas que puedan cumplir con esa vieja fantasía... que se le empieza a ir de las manos. ¿Cómo si no explicar tanto esfuerzo y dedicación?
Las menos, curiosamente, sí son mujeres. Y alguna es, efectivamente, lesbiana. Y de esas, un puñado han sacado una foto suya (la del ejemplo, lógicamente, no es el caso). Pero tan sólo unas poquitas hacen realmente lo que dicen que harán.



Si lo hacen, ateniéndonos al estudio sueco, será porque son más tíos que algunos tíos.
Que los gays, por ejemplo.

12 junio 2008

No es país para viejos (ni tontos)

Después de haber sido víctima (una vez más, y van...) de un jodío virus tocayo, he visto la luz.
He sido bendito (¿o era bendecido? ¿O miembra?) con el don de la vista y ahora puedo decir, oh hermanos míos, que estamos en crisis. Ya ni Solbes es capaz de reprimirlo aunque luego intente salirse por la tangente con el ya clásico "no, si en realidad fue cosa de un lapsus, me se entiende".
_En serio, lo ha sido.
No cuela, Perico. Después de unos cuantos días de huelgas de autónomos que han dejado un muerto y un quemado, desabastecimiento en general, cortes de tráfico infernales y que España goleara al ruso... a uno no le queda más remedio que rendirse a la evidencia. ¿O de qué, si no, íbamos a ganar nada si no es en mitad de una crisis?
Que sí, hacedme caso.

Ya está tardando Zeta en desviar la atención como buenamente pueda hacia otros derroteros más favorables. Lamentablemente para él, la oposición no le está siguiendo el juego, demasiado ocupada en devorarse a sí misma, por lo que sus errores (alguno de bulto) no pasan desapercibidos por la crispada reacción de algún facha desnortado y cavernario. Así anda Pepiño aburrido navegando por internet y jugando a algún juego chorra online mientras barrunta dejar la política activa. Ya no tiene con quién meterse y ha perdido gracia el asunto.
Nos consta que el Presidente hará lo que sea -como sea- para quitarse el muerto de encima. Ya está preparando una campaña mediática destinada a hablar de lo bonito que es el mundo y lo maravilloso que es todo y todos, qué hermosura es sentirse feminista y relativista y cómo ansiamos poder convivir todos en cachazuda paz y armonía.
Lo que aún está por verse es cómo arreglará todo eso la desaceleración.
_No eres más que un derrotista antipatriota, amigo.
A lo mejor es hasta cierto. Aunque, llegados a este punto, a cualquiera le gustan las políticas audaces e innovadoras... hasta que le tocan los bolsillos. Que con las cosas de comer, chatos, no se juega.

Por eso, estamos en crisis pero también hay que dar muestras de que no estamos para nada inmersos en ningún tipo de problema endémico y mundial. Tenemos que dar la sensación de que este oasis reseco y ajado que se llama -a veces- España sigue siendo un campeón... de muchas cosas, mientras no sea fútbol.
De ahí que, por ejemplo, en Baleares quieran perder su valioso tiempo -y algún que otro euro- en sugerir a una compañía aérea alemana que utilice más el catalán en sus comunicaciones al pasajero, home.
_Es que es veritat, collons! Visca sa nostra llengo!
Otro día, si eso, hablamos de por qué unos dicen que es catalán, otros mallorquín y quiénes dicen que se parecen lo justito.
Mientras, estos no contaban con la reacción del mandamás del cotarro. Y es que resulta que el tipo no es español -ni, por tanto, castellano catalanófobo y facha- y las cosas que ocurran aquí le interesan más bien poco.
Así las cosas, que le vengan a decir algo así y no se pliegue como lo hacen todos los demás (cómo osa el muy...) les ha sentado bastante mal a algún que otro esquerroso piscinero, pretendiendo montar el pitote donde no lo hay. Vale, admitimos pulpo como animal mamporrero: al tedesco ese no se le ocurrió pensarse dos veces lo que había escrito y mandó algo demasiado en caliente. No le disculparemos, que ya tiene una edad, pero tampoco se entiende demasiado bien la injerencia gubernativa en políticas de empresa privada. Supongo que cualquier cosa vale con tal de no mentar la palabra maldita.
_¿Cuál?
_Pues coño, cuál va a ser, crisis...
_¡Anatema! ¡Herejía! ¡Pepero!
Luego está que si la Presidenta del Tribunal Constitucional es una chafardera enchufadora, que si el Rey casi se fostia, que si Cristiano Ronaldo se viene o no al Madriz, que qué pasa con el Barça, que joé con la lluvia y tal.
Pero sí, todo va sobre ruedas. Tanto que nos permitimos el lujazo de discutir la mayor gilipollez que el Reino podría haber parido estos días: el exceso feminista de algunas trasnochadas que empiezan a ser cargantes con sus felices ocurrencias (y que dedicaré un post algún día, ya veréis, ya):
_Miembros y miembras...
Socialista tenía que ser. Y socialisto quien la nombró.

Como bonus track, y aprovechando la coyuntura (ya sabéis, a río revuelto...) he aquí viejos consejos rescatados hoy sobre cómo invertir en Bolsa:
1. No hay que tener miedo a las pérdidas. Permiten adquirir conocimiento, experiencia y disciplina. Así que no llores, hombre. Más se perdió en Cuba, dicen.
2. El éxito nunca viene de la noche a la mañana. Para alcanzarlo hay que invertir tiempo y dinero. No esperes el pelotazo de tu vida. Eso sólo ocurre en las películas y entre políticos.
3. El éxito se deriva de observar el futuro y ser capaz de anticiparse a él (asignación estratégica de activos). El pensamiento humano es más poderoso que cualquier tecnología. Tómate tiempo para pensar antes de actuar. Y recuerda, Rappel, que todos te queremos y nos acordamos mucho de ti. Cualquier consejito sería muy bien recibido.
4. El éxito nace del análisis objetivo, frío y distante de los hechos y de la capacidad de separarlos del sentimiento del mercado (asignación táctica de activos). Conócete a ti mismo y controla tus emociones. Saber tus prejuicios, debilidades y pasiones te ayudará a evitar errores. Lo dicho, Siddharta, recuerda que mi madre es tu madrina y que una vez te presté veinte duros para tabaco. ¡Me debes una!
5. Fíjate en lo que realmente hace el mercado, no en lo que tú crees que debe hacer. Las opiniones conducen a errores. Los hechos no. Eso en caso de que los hechos no sean "espejismos" o "captaciones puntuales de incautos cagaprisas", ojito.
6. Mejor concentrarse en unas cuantas acciones sobre las que se ha profundizado y seguirlas de cerca que diversificar sin ton ni son. Enfoca tu talento. Así que concentra todo el poder de tu tercer ojo en tus tres telefónicas y tus dos santanderes como si no hubiera nada más en el mundo. No olvides respirar cada diez segundos, aproximadamente.
7. Desconfía de las recomendaciones de otros y básate en tu propio juicio. Eres el único responsable de tus errores y fallos. Que por algo dicen que la envidia es el pecado nacional y seguro que quieren tu ruina o aprovecharse de ti, infeliz.
8. Busca compañías con buenos activos reales (liquidez y propiedades), que produzca bienes demandados y valorados y que tenga un buen equipo gestor (y se entiende que a buen precio). Mayormente, que tires de Timofónica en adelante. Y ojito con creerte Alierta, que sabemos dónde vives.
9. No obstante, el mercado siempre ofrece oportunidades. Monitoriza de cerca las nuevas industrias o los cambios que pueden relanzar una industria existente. Saber anticipar su éxito o fracaso es fuente segura de éxito. Ya sabes, el rollito puntocom pero sin burbujas ni estallidos que te dejen en la miseria.
10. Si una acción no te deja dormir, algo falla. Véndela. O cántale una nana. O las cuarenta. Pero no seas calzonazos y ¡haz algo!
11. La flexibilidad es clave. No hay que temer estar corto o vendido de una acción pero siempre sobre unos baremos ciertos de riesgo asumible. A fin de cuentas, recuerda que sólo te juegas el pan de tus hijos, la hipoteca, el seguro médico, las vacaciones, ese coche que tanto te gusta, algo para la parienta, y para tu madre que te deja invitarte a comer...
12. Acertar es complicado pero las consecuencias de los errores se minimizan si uno es disciplinado con los stop-losses. Ésa es la primera norma que uno se tiene que autoimponer. Para otro día queda saber qué coño es eso de los stop-losses, que parece importante. Mientras... ¡a cotizar se ha dicho!
13. Es más importante saber vender que saber comprar. Implica disciplina tanto para no buscar ganancias más allá de lo que indica el sentido común (avaricia) como para vender con pérdidas (fin de la esperanza). A la hora de ganar, es mejor vender pronto que tarde. Y los Reyes son mis padres. Baltasar, un tipo pintado de negro.
14. Mantén permanentemente una parte relevante de tu cartera en liquidez para poderte aprovechar de los crashes. Vamos, que ahora mismo deberías estar rebosando líquidos (¡babea, babea!) porque el crash que se avecina es de los de quedarse con cara-tonto.
15. Nunca trates de operar más allá de tus disponibilidades financieras reales (no esperadas). Uséase, que no te tires el pisto. Que sólo tienes mil euritos, piltrafilla.

07 junio 2008

El Siguente Nivel



Creo que se comenta por sí solo...

05 junio 2008

Los Gafes

Gafe. 1. adj. Dicho de una persona: Aguafiestas o de mala sombra. U. t. c. s.
Se dice de alguien con gafe que no consigue ser afortunado o bien que estropea la suerte de los que le rodean.
No entiendo cómo no he entrado antes al trapo de este asunto. Tenía todos los elementos necesarios para ser desmenuzado aquí, junto con el resto de pajas mentales y tonterías que en este loco país ocurren a menudo. Tan deliciosamente irónico, tan propicio para echarse unas grandes risas -o leves y sombrías medias sonrisas, según la tendencia del lector- a costa de aquél que soporta tan grandes maldiciones.
Hace ya algún tiempo, a algún preclaro defensor de sus ideas (no recuerdo si era en el Movimiento Anti-ZP o similar, pero por ahí andan los tiros) se le ocurrió llamar Gafe al Presidente. Y no precisamente por insultar de un modo original y distinto a los ya clásicos traidor, vendepatrias o ZoPenco. Resulta que, esta vez sí, tenían motivos para estar en lo cierto.

Corría el año 2005. Un flamante ZP aún investido de talante apenas llevaba meses en el cargo y, teniendo a la oposición domada y calladita a cuenta de todo el follón que se montó con lo del 11-M, pensó en mirar allende nuestras fronteras.
Tras haber votado "sí" a la Constitución Europea y viendo que, en Francia, la gabachería tenía pensado hacer de las suyas; él, revestido de pacífica serenidad e infinita sapiencia, llegó a París con ganas de dar un espaldarazo definitivo al asunto. Y vaya si lo hizo: Francia -y Holanda- votaron mayoritariamente rechazar el proyecto.
Allá lejos, al otro lado del charco, un antiguo héroe de guerra de Vietnam se presentaba a las elecciones presidenciales como contraposición al tipo más odiado de ese país en esta piel de toro. Aquél viejo soldado se llama John Kerry. Y ZP, olvidando que sus películas de culto son "Johnnie dejó su fusil" y "Bambi" se decidió vivamente a apoyar a un tipo que ganó, entre otras medallas, tres Corazones Púrpura. Contra todo pronóstico visto el percal iraquí, George W. Bush revalidó su mandato. Y os podéis hacer una idea de las risas que se echa desde entonces a costa del pobre José Luis, que vio cómo se pasaría otros cuatro años sin poder llamar a USA a cobro revertido.
Poco después llegaron las elecciones alemanas. Habida cuenta de que habíamos abandonado el Eje Anglo-Americano de las Azores por el Eje Franco-Alemán del Anti-Azores (aunque después convergeríamos hacia la Gran Entente Castro-chavista-moraliana para gozo y regocijo de nadie), se suponía un movimiento tendente a asegurar aún más la consolidación de nuestra nueva posición. De ahí que a la aspirante a presidenta, Ángela Merkel, la llamara "fracasada". Pero Merkel se llevó el gato al agua.
Se dice que, mientras estaba en la oposición y llegó todo el barullo de Iraq, aseguró que la ONU nunca ampararía en una resolución el envío de tropas. No pasó mucho tiempo hasta que llegó la famosa 1483, aunque esa es otra historia.
Pero seguimos con elecciones. Llegaron las italianas y nuestro magno líder no se arredró a la hora de apoyar explícitamente al candidato de su cuerda, un viejo conocido que atiende por Romano Prodi. Y, de hecho, ganó. Durante un tiempo parecía que su maldición remitía aunque... no, definitivamente no.
Lo que pasa es que él se resiste a creer que está gafado. No puede consentir que alguien que tuvo la suerte de ganar las primarias del PSOE a Bono y Rosa Díez (ahora anti-PSOE) se le eche el mal fario encima. Por eso, cuando llegaron las legislativas francesas, no lo dudó ni un instante: señaló con su insigne dedo a Segolène Royal y la conminó a ganar a un descendiente de inmigrantes húngaros apellidado Sarkozy que no parecía ser rival para la gauche divine. No os diré que adivinéis lo que ocurrió porque ya es de sobra conocido.
Visto el percal, nuestro aún optimista irredento presidente decidió centrarse en las cosas de casa. Así, se apuntó al carro del éxito con lo de la Copa América y se presentó con todo fasto y boato... resultando ser la primera vez en años que en Valencia no sopla el viento en las fechas más críticas.
Así que ZP decidió dejar la vela -silbando, para disimular- y pensar en deportes más mecánicos. Fernando Alonso (ahora El Santo) iba camino de ganar su primer Mundial de Fórmula Uno. Le puso como ejemplo a seguir en el deporte español. Todo muy bonito y entrañable, muy de escena digna de fotonovela rosa. Llegaba el GP de Canadá y Alonso abandona por primera vez en aquél año.
Diría algo acerca del apoyo que dio a la selección española antes del Mundial de Alemania... pero como a fin de cuentas ellos ya están gafados de por sí, no creo que importe demasiado.
El mayor palo nos lo dimos con Madrid 2012. No había abierto la boca en ningún momento del proceso, es más, tampoco dijo esta boca es mía cuando Josep Lluis -éste sí, se llama así- dijo boicotear la cadidatura (lo que derivó en el ya archifamoso Boicot Productos Catalanes de infausto recuerdo). El tipo va a Singapur de la mano del Farón para "dar suerte"... y vaya si la dio. En Londres aún están dándole las gracias.

Todo este rollo explicativo previo viene a cuento porque parece que no ha aprendido la lección. Ahora que se llama Zeta A Secas quizá crea que se libra de ser cenizo. Por eso manifiesta sin tapujos que "le gustaría que Obama llegue a la Casa Blanca".
Seguramente, el primer hombre de raza negra que aspira a ser Presidente de Estados Unidos se estará ciscando en sus muertos.

Pero lo mejor, sin duda, es el blog de Pepiño:
"Me he resistido en estos últimos meses a confesar públicamente mi simpatía hacia Barack Obama para no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata.", dice para empezar. Es lógico, y no sólo dada la condición de Gafe de su jefe y amo.
Es que todo el mundo -literalmente- sigue las prédicas y dádivas del Secretario de Organización del PSOE. Es que es todo un referente global cuyas máximas son estudiadas con minuciosidad en las mejores escuelas y universidades. Es que sus palabras son leídas, bebidas y asimiladas por los más doctos y brillantes estadistas. Es que sus ideas serán plasmadas en fascinantes enciclopedias del saber. Es que... es que... es que es Pepiño Blanco, damas y caballeros.
Probablemente Hillary Clinton esté indigada por tanta prudencia y sensatez. No veo la hora en que mande un telegrama a Ferraz deseándoles una lenta y dolorosa muerte... esto... mucha suerte.
Oh, pero en realidad a nadie debería sorprenderles este súbido ataque de oportunismo.
Es más. Tan chapuceramente oportunista es el tema que si a algún facha se le ocurriera pronunciarse en ese sentido, lo más seguro es que Pepiño ya tenga preparadas las respuestas. Atención:
Supongamos que alguien del peperío felicita a Obama y transmite su deseo de que gane (difícil, aunque no necesariamente imposible). En ese caso, Pepe saltaría a la yugular diciendo:
_Una vez más el Partido Popular [cómo le gusta decir el nombre completo como si fuera un insulto] demuestra su machismo intolerante al arremeter contra una mujer de la talla de Hillary Clinton, a la que admiramos y respetamos.
Si cualquier pepero hubiera lamentado la derrota clintoniana, entonces Pepe ya tiene escrita en su chuleta Estilo Chacón lo siguiente:
_PP Racista Xenófogo Derecha Estrema [lástima que los bolis no tengan corrector ortográfico aún incorporado, ¿no creen?]
Pero vamos, que en realidad lo que aquí cuenta es que el senador McCain (no confundir con las patatas fritas) se estará frotando las manos y pensando en el color de las nuevas cortinas de la Casa Blanca.
Porque, dicen por ahí, cierto Presidente del Gobierno es un poco gafe.

03 junio 2008

Claves de comunicación

Buscando aquí y allá -y usando eso que normalmente sólo sirve para llevar peinados o sombreros ocasionalmente- se podría resumir en apenas un post como éste el modo más acertado de desarrollar una estrategia creativa. Sí, hablo de publicidad.
Pu-bli-ci-dad. (Momento Pepu, ahora que le quedan dos telediarios)

1. El acecho a la presa
Siempre, siempre, siempre hay que ser positivo. A nadie le gustan los tipos pesimistas. Hay que esforzarse en ver el lado bueno.
La Filosofía Van Gaal aplicada al mundo del espectáculo publicitario. No se puede decir que esté siendo innovador...

La clave de bóveda de la entrada a matar está en la capacidad de contestar estas preguntas:
¿Qué estás vendiendo?
¿Por qué?
¿Quién/es es mi objetivo?
¿Qué es lo que está pensando ahora mismo?
¿Qué es lo que quieres que piense después?
Y, sobre todo, ¿cómo puedes demostrar que tienes razón?

La mejor contribución a la causa empieza por comenzar cada proyecto con estas preguntas en la mente. Ayudará a articular lo que pretendemos conseguir.

2. La disyuntiva Problema vs Solución
Lo habitual cuando vamos a presentar una idea es defenderla en base a la premisa "tienes un problema". Eso si no tiramos por la calle de la exageración y barruntamos consecuencias catastróficas y apocalípticas para la marca (en adelante, víctima) si no nos hace caso. No hay duda que es una opción como cualquier otra. Sin embargo, eso genera la sensación de ser un acercamiento negativista que pone a la víctima a la defensiva. ¿Por qué? Pueden ser varios motivos:
_¿Estos tipos van a creer en serio que saben más de mi negocio que yo? (Escepticismo)
_La que se puede armar si mi jefe se entera de esto... (Miedo)
_¿Por qué me están haciendo esto? ¡Sabía que no debía levantarme de la cama esta mañana! (Pesimismo)
_Hum... me gusta esa corbata... (Evasión)

Ahora imaginemos la situación inversa. Sabemos que existe ese problema, lo hemos estudiado y trabajado, pero a la hora de presentar nuestras ideas simplemente ofrecemos la solución sin mentar a la bicha.
Al mostrar la solución, estamos realizando un acercamiento positivista que hace que la víctima se lo tome con otra cara:
_Estos tipos saben de lo que hablan. (Seguridad)
_No sabía que tenía ese problema... ¡afortunadamente, ya lo tengo solucionado con esta gente! (Alivio)
_En días así, da gusto encontrarse con profesionales de esta talla. (Confianza)

Siempre positifo, nunca negatifo.

3. Fuck me, I'm famous
Desde hace ya algún tiempo mucha gente cree que, en publicidad, casi todo está inventado. Que de un tiempo a esta parte nos limitamos a seguir tendencias de comunicación que otros innovaron primero y, básicamente, nos dejamos arrastrar por la senda del éxito.
Aún así, siempre se pueden apretar las clavijas un poco más.
Lo último de lo very last es decirle a la víctima lo que necesita para dar a conocer la Nueva Solución... de otra manera.

Muchas agencias se equivocan de apuesta por centrarse demasiado en lo que ellas necesitan: "necesitas una campaña de tele, necesitas una campaña de prensa, necesitas internet"...
No.
Lo que la víctima necesita es ser famoso.
Sacarle del anonimato, darle a conocer, descubrir una nueva faceta de la marca... whatever según a quién nos dirijamos.
Puede parecer una perogrullada ("se supone que con la propuesta se da por hecho que se hará famoso, joer") y, en realidad, puede serlo. Sin embargo, hablar en estos términos más vagos e imprecisos -y, por tanto, susceptibles de significar y abarcar mucho más- aunque también más clarificadores y directos ha demostrado ser una manera fresca y de rasgos proactivos que funciona.

Bien, ahora llega la pregunta del millón: ¿cómo hacemos a un cliente famoso?
Tenemos varias respuestas, según la que nos dé más rabia:
Por ejemplo, desafiar las convenciones de la categoría. Tomar prestado elementos de otras. Anunciar lencería utilizando el código del mercado del automóvil. Anunciar coches utilizando mensajes típicos para motos. Utilizar a un hombre vendiendo productos asociados a la femineidad. Mezclar categorías.


Un ejemplo de mezcla de categorías: un travesti anuncia una depiladora

Otro ejemplo: convertir a la víctima en un icono... ¿qué tal relacionándola con otro ya consagrado? De hecho, Apple lo hace con Volkswagen (iGolf). El Chikilicuatre estará siempre asociado a Buenafuente y éste, a La Sexta.

Más. Apropiarse de un beneficio único para toda la categoría puede ser una buena manera de hacerse famoso. Si Apple -cómo se nota lo que gusta Steve Jobs en el mundillo, ¿eh?- fabrica ordenadores de diseño, ¿por qué no decir que es la única marca que lo hace?

Algunas marcas utilizan su historia como un recurso desde el que catapultarse a la fama y el misticismo. Pensad en Vespa, en Rayban. O Breitling.
Míticos.

También se puede famosear una víctima utilizando medios tradicionales... de un modo no-tradicional. ¿Qué tal un spot en vivo y en directo?

Pero, por encima de todo, ¡no pares de moverte!

Y ya está. Eso es todo. No parece complicado, y no se supone que sea algo duro y difícil, hay que pensar en la diversión de vez en cuando. Es sólo cuestión de trabajo duro y pasión en iguales dosis. La estructura que está por surgir con estrategias devastadoras ya está realmente por ahí fuera, esperando.
Ingenio y vísceras. Es lo único que falta.