18 mayo 2007

San Internecio

El 17 de mayo se conmemora el "Día de Internet". Un notición, sobre todo en un país como este, cuya mitad no sabe lo que es y la otra lo utiliza bastante poco.

Datos estadísticos, así en frío, de la última oleada del EGM sobre la Red de Redes: la penetración de este medio pasó del 0,9 en abril del 2006 al 23,2% en marzo de este año. Impresionante. El perfil típico es un hombre de entre 25 y 40 años de clase media (aunque está mucho más presente en la población más joven, la mitad conoce o usa habitualmente internet) cuya página de inicio es la de Yahoo o Terra.

En realidad, internet constituye en estos momentos una verdadera revolución, tal y como se puede comprobar con el espectacular aumento en apenas un año en número de visitas y conexiones diarias. Ya empiezan a existir casos de adicción y los sites porno han dejado su monopolio a los blogs y las páginas de contactos. No, no es que la gente se haya cansado del porno. Es que prefiere tocar antes que mirar.

En cuanto al fenómeno blog, después de que un tal Dave Winer empezara a publicar el suyo en 1997, la cosa ha ido proliferando hasta convertirse en el púlpito personal que, por pervertirse, hasta ha llegado a degenerar en reclamo electoral. Los blogs sirven para hablar de cualquier cosa que se te ocurra, no necesariamente comercial y atrayente. Recuerdo que mi primer blog me sirvió para escribir todo aquello que se me iba viniendo a la cabeza tras una ruptura nada sencilla. Unos lo usan para hablar de la propia blogosfera, otros para emitir sus propias opiniones de su sector profesional... e incluso algunos disfrazan una temática aparentemente inocua para soltar su consigna política de turno.

Pero la Red es más que blogs y páginas para pillar cacho. Aquí han tenido lugar los últimos fenómenos de masas como Second Life o MySpace, lugares que han acabado por convertirse en un must de la modernidad virtual. Si no sabes qué significa un avatar (ya no hace falta ser rolero para saberlo) o subir fotos... no eres nadie. La publicidad, ese género que explota las últimas tendencias y cuya función es llevar de la mano al mundo mundial al summum del último grito, explota en estos días internet como el nuevo maná de donde sacar buenas ideas. Algunas fueron brillantes, otras polémicas, otras... mejor no hablar de otras. Lo que en un momento dado fue una manera muy ingeniosa de hacer publicidad ha acabado por convertirse en algo predecible y hasta aburrido. Igual que la guerrilla.

En resumen, internet ha acabado por englobarlo todo y a todos. Ahora más que nunca internet lo creamos entre todos. Sí, incluso los leechers, lamers, trolls y demás palabros que, sin este mejunje idea del Departamento de Defensa de los USA allá por los años sesenta, no existirían.

Feliz día, viejo.