19 julio 2009

Mardita piratería

Espero como agua de mayo el estreno de la última película de John Woo, "Red Cliff", una peli de chinos con miles de chinos dándose de hostias a lo chino por territorio chino a causa de una mujer china. Achinaditos tengo los ojos esperando a que llegue... porque llegará, ¿verdad?
Pues no está tan claro. La lamentable política de estrenos que se sigue en este país -probablemente diseñada por un mono y secundada por babuínos- consigue que nunca sepamos con seguridad qué películas llegarán y, sobre todo, cuándo.
Luego, eso sí, se escuchan lloriqueos por parte de los de siempre diciendo eso de "si es que ya no va nadie al cine". ¿Pero cómo, si para cuando se dignan a sacar la película de turno aquí ya tienes la versión subtitulada en calidad DVD por internet? Mardita piratería.

Ya no se puede poner como excusa eso de que "es que los rollos con las películas tardan mucho en venir desde Hollywood porque vienen en barco y claro, eso requiere su tiempo". Tampoco comprendo muy bien el retraso histórico respecto a países cercanos como Francia o Italia, donde todos los estrenos llegan como mínimo seis meses antes.
No me faltan ejemplos. Sin ir más lejos, esta última de Woo -la más cara hasta la fecha del cine asiático- se estrenó en las salas francesas... ¡en marzo! En Grecia en abril, en Lituania en mayo, en UK en junio... ¿y aquí? Tripictures, la distribuidora por estos pagos, ni siquiera se atreve a poner una fecha.
Salvo estrenos mundiales del tipo Harry Potter o las animaladas de Disney, aquí hace falta esperar como mínimo un año si lo que quieres es ver una peli en butaca y pantalla pluscuamgigante. Eso, si la impaciencia -o la casualidad- no te hace bajártela de un tipo ruso que copió el DVD (sí, en Rusia también llegan antes las películas del demonio yankee imperialista) del cual un erasmus se encargó de doblarlo hasta arriba de vodka. Hasta les da tiempo a sacar el DVD en medio mundo. Mardita piratería.

Parece ser que el rollo ese de la globalización y el mercado único sigue teniendo deshonrosas excepciones. Aquí se estrena cuando a aquél le dé la gana y no antes. Cierran cines de barrio y se amontonan los multicines en las periferias y extrarradios con 25 salas pero no, no hay hueco para las novedades porque antes hay que explotar las que compraron hace seis meses que a su vez no pudieron sacar a su tiempo porque tenían pendientes otras con otros seis meses de retraso que a su vez... y así hasta donde os plazca. Ni siquiera el cine español se libra de este endémico retraso: la última de Amenábar, terminada hace ya un rato, no verá la luz hasta... ¡octubre! De este año, eso sí. Que es ci-nes-pa-ñol.

Así, en cualquier sitio internetero de medio pelo tienes ya a tu disposición Sniper, Ong Bak 2, Crank 2, Asalto al Tren Pelham, Imago Mortis, Versailles, la última de Von Trier (Anticristo), American Playboy, o la mejor película de Sundance del año pasado (Frozen River) que para no resultar sospechoso aquí no luce hasta septiembre. Mardita piratería.

¿Y Manolete? Esa película de Adrien Brody y Pe que iba a revolucionar el cinespañol allá por el 2006... ¿se sabe algo de ella? Sólo que "ahí está", "ya saldrá" cuando al mono -que elige los estrenos por el colorido de las carátulas o por el tamaño del plátano que tiene cada cinta encima- le dé por dejar de rascarse la cabeza.
Mardita piratería.

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