26 junio 2008

Eurocopa rara

No he dado ni una en esta presente Eurocopa. De todos los cuartofinalistas no han pasado a semis ninguno de los que pensé (o deseé) que pasaran.
En algunos casos porque el juego desplegado perdió fuelle cuando más falta hacía. En otros, porque había que rendirse a la evidencia y sucumbir ante un equipo mejor. En un único caso -Turquía-Croacia- por la pura suerte de los penaltis (lo de España no lo cuento como suerte, sino como justicia divina), lo que no le quita mérito a un conjunto otomano con mucha fe. Lo que pasa es que Alemania es Alemania:
_Fútbol es un deporte que juegan once contra once... y que siempre gana Alemania.
Eso decía un guiri que iba para figura llamado Lineker. Y ni siquiera Portugal pudo contra ese axioma. Tampoco hicieron gran cosa por intentarlo, refutando la teoría de su gran juego desplegado en la primera fase. ¿En serio que Cristiano Ronaldo es un jugador para el RM? Me lo expliquen.
Yo quería que ganaran los lusos. Pura cuestión de vecindad y hermanamiento. Habría disfrutado de lo lindo con una finalísima ibérica.
Quería que ganaran los croatas, no me preguntéis por qué. Quizá porque el damero de su bandera me gusta, no sé. Y, supongo, por el viejo Sukerman. Y Prosinecki. Y Jarni. Y Baljic. Y Ognjenovic... ah, no, que éste es serbio. Y aquél, bosnio. Bueno, tanto da. Van del palo.
También prefería -¡insensato de mí!- que los holandeses se merendaran a los rusos, pero en ésta ocasión los motivos son más lógicos. Después de todo, parece el Madrid vestido de butano. Que luego, en semifinales, pudiera darse el caso de que nos tocara ese hueso no me concernía.
Porque... dije que no di ni una en los cuartos. ¿Quería que ganara Italia? ¿Me ganaré el derecho a ampliar mi parcelita del Infierno a la par que Urkullu, Erkoreka, Tardà o Puigcercós?
Juas.*

No, lo que ocurre es que pequé de pesimista. 88 años (!) sin ganar a esos spaguetti y el Tassottazzo no me daban para confiar en milagros. No me duelen prendas en alegrarme de haberme equivocado, y si hay que pasar por el aro y pensar que estos mujiks se nos comen con patatas para llegar a la final... pues eh, por mí que no sea.

* [Frotándome las manos]
Juro que lo he intentado. No quería picar de nuevo el anzuelo. Pero ésta vez es demasiado goloso, tentador... tan fácil...
En serio, no me gusta dedicarle tanto tiempo al periferismo. No quiero dar a entender que mi relación de amor-odio con Cataluña es tan intensa. No me incomoda aparentar facherío en vena, ni que me tachen de nacionalista. Admito que lo soy, moderadamente y de un modo aperturista, no excluyente. Y, qué coño, también madrileño.
Pero es que no se puede ir por la vida -política- de éste país pidiendo que te lluevan tortas de éste modo y que yo me muerda la lengua por una mera cuestión de cansinidad.

Vale, era esperable. Cada dos años (es decir, con cada Mundial o Eurocopa) se repiten declaraciones de semejante calibre y ya no sorprende a nadie que siempre sean los mismos aquellos que mean fuera del tiesto. Supuestamente defienden sus creencias y expresan opiniones, y todos sabemos que sobre eso no hay nada de qué discutir.
Pero una cosa es ser nacionalista -e incluso independentista, lo mismo me da- y otra ser anti-españolista por principios. Porque, que yo sepa, una cosa no lleva aparejada la otra por defecto. A los primeros los respeto con todas mis garantías. En serio. Hasta a los nacionalistas catalanes.
Lo que no respeto, por alusiones, es el anti-españolismo.
El intento de buscar una exclusividad y diferencia que justifique un sentimiento arremetiendo contra otro que consideran opuesto. El pretender hacernos creer que no se puede ser vasco, o catalán, y español al mismo tiempo. El recurso fácil del "Madrid, centro y origen de todos nuestros males":
_¡Madrit nos roba!
_¡Madrid oprime a nuestro pueblo!
_Y, encima, ganan más Ligas que nadie. ¡Puto Estado Español!
Ahí, ahí.
Quemar banderas o arrancar páginas de la Constitución. Ciscarse en vivo y en directo haciéndose pasar por un bufón en horas bajas. Tener que soportar que, por ello, existan predicadores incendiarios que alimenten aún más choques estériles. Por no hablar de aquella escoria que, directamente, mata o justifica a los que lo hacen...
No, por aquí no paso. ¿Queréis que gane Rusia a España? ¿Deseábais que Turquía ganara la competición? No hay problema. Seguiréis estando en la marginalidad, de espaldas al pueblo que decís personificar. Demostraréis no ser otra cosa que provincianos a los que el cargo les queda demasiado grande. Meros envidiosos e hipócritas que no dudan en chupar del bote cuanto puedan, incluso si para ello deben pisotear su bandera.
_Es que yo quiero que mi nación pueda jugar torneos internacionales. Como Gales o Escocia.
Claro. Pero Gales y Escocia juegan sus propias Ligas, y de bastante menor calado que la inglesa.
_¿Y perderme los Barça-Madrid? ¡Si son los partidos del año! ¡Ni hablar!
Siempre os quedaría el Espanyol para consolaros.

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