08 junio 2009

Uropa

Pues hala, ya está. Pasó sin especial pena ni gloria el último concurso de popularidad entre vedettes de lo público. Elecciones europeas, lo llamaban. Parecía de todo menos eso, europeo.

No pensaba que alcanzaríamos este nivel tan bajo. El partido que ganó presentaba como cabeza de cartel a un tipo que declaró haber vivido el franquismo con "extraordinaria placidez" o que era peor el aborto que la pederastia. Todo un figura. Sin complejos, eso sí.

El partido que perdió presentó a alguien que tiró de los clásicos no para atraerse para sí el voto, sino para ahuyentarlo de los otros. Irak, Yak, Prestige y 11-M. El póker de la infamia remasticado tantas veces que entra por un oído y sale por el otro. Por no hablar de los mensajes que lanzaba su partido en vídeos que parecían más pequeños thrillers de terror psicológico que operaciones de márketing político. Apelaban, una vez más, al miedo como arma electoral. Con todo lo que eso implica: no tenemos nada que ofrecer, no se nos ocurre nada interesante que debas saber de nosotros, tan sólo te decimos que éste es aún peor.

Si Sra. Rushmore ha sido nuevamente la encargada de esta campaña, yo si fuera Laura Sampedro me lo hacía mirar.

Total, que de una campaña que se suponía "se jugaba en Europa" pasamos a otra en la que parecía la Regional. Ah, porque las regiones también se jugaban su pedazo del pastel. Ahí tenéis, por ejemplo, las candidaturas a diestra (Coalición por Europa [CEU] , CiU, PNV y CC) y siniestra (Europa de los Pueblos-Los Verdes [no confundir con el Grupo Verde Europeo], ERC, BNG, CHA y otros menores) que parecían ser únicamente catalanas a juzgar por los mensajes que ambos líderes, Tremosa y Junqueras, proclamaban en cada hueco. Qué más dará que los grupos representaran más regiones-naciones o sucedáneos. Ellos, ante todo y sobre todo, son catalanes. Los demás que se busquen sus propias lentejas, parecían decir cada vez que abrían la boca y sólo se les escuchaba hablar de "lo suyo". Pues, aún con todo, parece que la cosa funcionó: en un sitio nada sospechoso como Madrid, CEU se sacó más de 1.000 votos. EP-LV, más de 7.000. Vivir para ver. [N del T. Probablemente muchos se confundieron y pensaron que votaban al partido ecologista, no me creo que haya 2.000 votantes de ERC en Castilla y León]

El escaño que falta se lo llevó Izquierda Internacionalista el partido de Rosa Díez.
Se dice que están muy contentos.

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