16 noviembre 2007

Le pasó a un amigo

No hace mucho tiempo el Maestro Yoda Ibérico tuvo una revelación mística y necesitaba comunicárselo al universo hispano y carpetovetónico.
Decía así el otrora líder de la Federación de Comercio insolidario Uniformista (CiU) que unos pesetas madrileños echaron a un par de tipos por hablar en el idioma del Nou Imperio. No es que le hubiera pasado a él (¿cómo podría ser, si siempre va en coche oficial?), sino que "le pasó a un amigo y la otra historia me la han contado".
Al margen de la respuesta que tal chorrada (por otra parte, muy pujoliana) suscitó, he aquí las nuevas historias con las que el bueno de Jordi (que se titularán Los Cuentos del Abuelo Cebolleta) nos deleitará en cuanto la racista de Ferrusola -y señora de YodaPujol- le dé un poco de cancha:

1. La Chica de la Curva: un fantasma que hace autostop y, si paras a recogerla, a los pocos kilómetros te avisa de lo peligrosa que es la siguiente curva "porque ahí es donde me maté yo, muajaja" y desaparece entre brumas. También provoca un nuevo accidente que renueva la presencia fantasmal en la dichosa curva y así hasta el fin de los días. La chica es, obviamente, madrileña. Le pasó a un amigo y la otra historia me la han contado.

2. Violaciones alienígenas: unos misteriosos Objetos Voladores No Identificados absorben con un halo de luz a un pobre desgraciado que pasaba por ahí (y no, no es de Wisconsin) y le meten de todo menos miedo porque no saben distinguir entre un buen par de tetas y un claro caso de obesidad. También existen híbridos humano-selenitas que oculta el gobierno americano en bases secretas para estudiar sus poderes telequinéticos (porque aseguran que llama a casa de papá sin usar cables ni aparatos). Guti es precisamente uno de esos híbridos, porque a veces está aquí y otras veces en la Luna. Le pasó a un amigo y la otra historia me la han contado.

3. Un tipo que ya no sabe qué hacer para salir en los papeles dice una estupidez sin caer en la cuenta de lo hipócrita que resulta en alguien que defiende exactamente lo mismo, pero al revés, y todo para mantener un estado de... ¿tensión?, entre dos ciudades que no siempre se llevan bien. Además, existe una política del embudo en todo cuanto acontece en cierta región esquinera, siendo así que, si ellos lo hacen, está bien y están en su perfecto derecho, "que somos una nación osti tú" pero en cuanto otros lo hacen exactamente igual "es un ataque a esta esquina del Reino Perdido y lloraremos mucho" porque demuestra esquinofobia*. Le pasó a un ex-amigo y la otra historia me la han contado.


Por ese motivo, cuando ayer estuve en la calle haciendo un estudio de mercado y me crucé con cuatro catalanes que habían venido "a territorio comanche" a no sé qué convención, después de contestar amablemente a mis preguntas (en castellano) no se me ocurrió otra que agradecerles educadamente su tiempo (en catalán) a lo que ellos, aparentemente sorprendidos, no tardaron ni una décima de segundo en agrader mi agradecimiento (en catalán también, claro). Todo por que no fueran a volver a la Ciudad del Conde a contar a su amigo Jordi lo fóbicos que nos ponemos los chelis...


Y es que "piando se cosca la banda, tron".


*Esquinofobia: dícese de la aversión a las esquinas cuadradas en ángulos iguales o inferiores a 90 grados. Dicho rechazo se manifiesta expresando una especial predilección por lo circular, con ideas "redondistas" tales como llevar un tren de alta velocidad destrozándolo todo a su paso o no permitiendo que las esquinas se jueguen un partido de fútbol sala entre ellas y éstas contra el mundo.

El "esferismo" llevado al extremo es el "peloterismo boicotante", precisamente, aquel que los "esquineros" (no hombre, eskinetos no... ¡o eso quiero creer!) achacan a todo aquel que no sea miembro (y simpatizante) de la causa rinconera.

3 comentarios:

  1. Coño, pues a mí leer tu comentario sobre lo que acontece al catalán (o vasco) en Madrid me parece en sí mismo un incidente. Hay tantas expresiones de desprecio metidas a martillazos en un texto tan corto que no me cuesta imaginar que te empiece a doler la úlcera madrileña en cuanto escuches a una familia hablando entre ellos por Madrid en otra lengua que sea vasca o catalana.

    Vamos, es la impresión que tiene uno al leer tu colección de expresiones de desprecio a Pujol y lo que representa.

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  2. Hasta hace nada yo no sólo no despreciaba a Pujol sino que admiraba su manera de hacer política.

    Tú tienes un problema, y ese problema es el mismo que el que tiene Pujol y muchos nacionalistas. Si atacas a la persona atacas a la idea que defiende. La pose victimista de quien se cree una representación ideal de su tierra. COmo yo llamo "Yoda" a Jordi, estoy llamando "Yoda" (y lo que representa) a todos los nacionalistas catalanes, supongo... ¿ese es tu razonamiento?

    ¿En qué lugar de la entrada lees que ataque al idioma? ¿Úlcera "madrileña"? Tú no eres madrileño, salta a la vista. Eso que te pierdes.

    Nos vemos en LaPolitica.

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  3. jajjajajaj estabamos inspirados eh!!!!
    me he reido, pero joder..a cual mas rebuscado!!!
    Me da a mi que este post ha sido mas un ejercicio de escritura automatica que fruto de una larga reflexión.

    Segueix fent funcionar les falanges que robar somriures es un art!!!

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